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El último que apague las galaxias…

Es como comenzar por los closets...

Cierto día en un monasterio budista tibetano, encontraron muerto a uno de sus guardianes y fue preciso encontrar un sustituto.
El Gran Maestro convocó a todos los discípulos para determinar quien sería el nuevo centinela.
El Maestro, con mucha tranquilidad y calma, colocó una magnífica mesita en el centro de la enorme sala en la que estaban reunidos y encima de ésta, colocó un jarrón de porcelana muy raro, y en él, una rosa amarilla de extraordinaria belleza y dijo:
"Aquí está el problema". Asumirá el puesto el primer monje que lo resuelva.
Todos quedaron asombrados mirando aquella escena: un jarrón de gran valor y belleza, con una maravillosa flor en el centro.
¿Qué representaría?, ¿Qué hacer?, ¿Cuál es el enigma?
En ese instante, uno de los discípulos sacó una espada, miró al Gran Maestro, y a todos sus compañeros, se dirigió al centro de la sala y... ¡¡ZAZ!! Destruyó todo de un sólo golpe.
Tan pronto el discípulo retornó a su lugar, el Gran Maestro dijo:
"Usted será el nuevo Guardián del Monasterio".


Moraleja de la Historia:
No importa cuál sea el problema.
Ni que sea algo lindísimo. Si es un problema, precisa ser eliminado.
Un problema es un problema, no importa que se trate de una mujer sensacional, o de un hombre maravilloso o de un gran amor que se acabó, por más hermoso que sea o haya sido, si no existiera más sentido para ella en tu vida, tiene que ser suprimida.
Muchas personas cargan la vida entera el peso de cosas que fueron importantes en el pasado y que hoy solamente ocupan un espacio inútil en sus corazones y mentes, espacio que es “indispensable” para recrear la vida.
Existe un proverbio Chino que dice:
"Para que tú puedas beber vino en una copa que se encuentra llena de té, es necesario primero tirar el té, y entonces podrás servir y beber el vino."
Limpia tu vida, comienza por las gavetas, armarios, hasta llegar a las personas del pasado que no tienen más sentido y que están ocupando espacio en tu corazón.
El pasado sirve como lección, como experiencia, como referencia, sirve para ser recordado, no revivido.
Usa las experiencias del pasado en el presente, para construir tu futuro.¡Necesariamente en ese orden!
"Exígete mucho a ti mismo y espera poco de los demás. Así te ahorrarás disgustos".
"No le digas a tu Dios que tienes un gran problema, dile a tu problema que tienes un gran Dios".
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Desconozco el autor
Gentileza, Victoria Malvar Ferreras


Tema 1

Amar Lo Que Es


Cuatro Preguntas que pueden cambiar tu Vida.

Imagínate que…

No tuvieras control sobre nada…
No fueras responsable de nada…
No tuvieras la culpa de nada…
No necesitaras tener vergüenza de nada…
No tuvieras que cambiarte a ti mismo nunca…
No existieran obligaciones de ningún tipo…
¿Entonces quién o qué serías tú y cómo sería tu vida?

Algunas personas dirán…

“¡Oye, espera…, eso no es posible! Entonces dejaría de hacer absolutamente todo. Ni siquiera tendría un motivo para levantarme.”

Mi pregunta es:

¿Es Verdad? ¿Puedes estar absolutamente seguro que eso es verdad?

Cuando eras niño no tenías el control de nada, no eras responsable de absolutamente nada, no sentías la necesidad de cambiarte a ti mismo (porque eso no te lo habían enseñado todavía), no había obligaciones… Sin embargo estabas todo el tiempo ocupado con un sinfín de cosas, todo era nuevo y excitante, y disponías de una energía viva y desenfrenada.

El cuerpo es una metáfora maravillosa para la mente humana. Mis ojos son capaces de ver todo, excepto a ellos mismos y a mi cara. Para eso necesito un espejo.
La mente humana se comporta, según mi experiencia, exactamente igual. No es capaz de verse a sí misma. Sólo es capaz de mirar hacia fuera y emitir comentarios sobre lo que ve, generando de esta forma su propio punto ciego.

Para verse a si misma necesita un espejo y tú eres mi espejo. Si investigo los comentarios que hago sobre ti y luego los invierto, acabo viéndome a mi mismo.

El auto-conocimiento es lo único que me guía hacia aquello que ando buscando desde hace mucho tiempo, aquello que había olvidado.

The Work de Byron Katie es un método remarcable que permite localizar con precisión aquellos pensamientos y convicciones que van en contra de nuestra propia felicidad neutralizándolos. Mediante la formulación de preguntas (la investigación) veremos con asombro, lo que queda de estos pensamientos una vez sometidos a una profunda investigación y descubriremos cómo sería nuestra vida sin estos pensamientos.

Toda nuestra vida se compone de relaciones. No sólo nos relacionamos con nuestra pareja, la familia, los colegas, los clientes, etc., también lo hacemos continuamente con desconocidos en la calle, en el tráfico, con el tendero, o con aquella persona a la que más detestamos o de la que desconfiamos y lo que es más interesante, tenemos que relacionarnos con nosotros mismos.


Gentileza, Victoria Malvar Ferreras (España)

Tema 2

Textos del taller THE WORK, Amar lo que es...

Estos son todos los archivos que tengo para hacer EL TRABAJO de cuestionar tus pensamientos... y darlos vuelta.

Es importante que no te saltes la tercera pregunta, aunque el cuerpo de pida pasar a la inversión. Contestar a la 3º pregunta te da la descripción física y emocional de cómo te bloquean los juicios, y es importante tomar consciencia de ello.

TE sugiero el siguiente orden para abordar el material, pero guíate siempre de tu intuición, que es la más sabia y la que nunca se equivoca. Entrenarla está muy bien...

Empieza leyendo:

-- Despertar a la realidad (Tema 3)


-- Y Tres tipos de asuntos (Tema 6)


Gentileza, Victoria Malvar Ferreras

Tema 3


Despertar a la realidad
Byron Katie y el arte de la liberación
Por Carol L. Skolnick

Byron Katie experimentó un extraordinario “despertar espiritual” en medio de una vida ordinaria en un pueblecito americano. Con la publicación de AMAR LO QUE ES: Cuatro preguntas que pueden cambiar tu vida (LOVING WHAT IS: Four Questions That Can Change Your Life), nos muestra que la iluminación está al alcance de todos, una pregunta a la vez.

Muchas personas pasan diez, veinte, treinta años en sincero estudio y práctica espiritual sólo para percatarse de que continúan odiando sus empleos, sus madres, y el ruido ensordecedor proveniente del sistema estereofónico del vecino. ¿Suena familiar? Si es así, de acuerdo con Katie, es porque estamos viéndolo todo al revés. Lo que creemos que es cierto, no lo es, y lo que se nos ha dicho que funciona, no lo hace. Culpamos, tememos y reaccionamos, debido a que no hemos ido hacia adentro a indagar lo que es verdad para nosotros… pero solamente porque no hemos sabido cómo.

Durante quince años Katie ha estado trabajando para cambiar eso, usando un poderoso proceso de auto-indagación que ella llama “The Work” (El Trabajo).

Sin ser un camino espiritual o una modalidad psicológica, The Work, consistente de cuatro sencillas preguntas y una “vuelta”, contiene elementos de ambos, mostrándonos cómo sanar nuestras vidas entendiendo nuestros pensamientos. ¿Funciona? Aproximadamente 300,000 personas hasta ahora se han acercado a The Work en las apariciones públicas libres de costo de Katie con una amplia gama de situaciones, desde disgustos menores hasta dificultades aparentemente insuperables, y han experimentado el poder de esas simples preguntas en sus respuestas directas a ellas. Ahora, en las páginas de su nuevo libro, AMAR LO QUE ES: Cuatro preguntas que pueden cambiar tu vida, el programa de Katie es expuesto paso a paso para el uso de todos, por cuenta propia o con una pareja.

Uno de los dichos favoritos de Katie es, “Yo soy la causante de mi sufrimiento, pero sólo de la totalidad de él”. Aprendió esto una mañana en 1986, luego de un descenso de diez años a la depresión y la desesperanza. Pesando sobre 200 libras, adicta a los calmantes, incapaz de bañarse o de abandonar su cama por semanas, fue a tener a un hogar de rehabilitación para mujeres con desórdenes de alimentación. Fue en el suelo del ático en que dormía que despertó una mañana para descubrir que nada era como había parecido ser con anterioridad: sólo el amor permaneció.

Según su despertar se expandía, agonizantes viejos conceptos retornaban. La auto-indagación nació entonces dentro de ella, permitiéndole encontrarse con cada pensamiento doloroso como un maestro y amigo.

Lo que duele, de acuerdo con Katie, es creer lo que no es verdad para ti, argumentar con la realidad. Su propio “deshacimiento”, libre de palabras originalmente, se trataba de examinar pensamientos como “Mi esposo no me ama” y “Mis hijos deben entenderme”. Katie se percató de que ella sólo podía conocer su propia mente. Eventualmente fue capaz de expresar su experiencia en un sencillo proceso escrito: las cuatro preguntas :

¿Es verdad?
¿Puedes, con absoluta certeza, saber que es verdad?
¿Cómo reaccionas cuando crees ese pensamiento?
¿Quién o qué serías tú sin él?

Estas preguntas son, dice Katie, “las que el corazón ha estado preguntando por eones”.

Es probable que no hayas despertado, sobre el suelo, en un permanente estado de arrobamiento. Tal vez eres alguien a quien su jefa acaba de gritarle, y de repente no te sientes muy espiritual. Tu mente crea historias y te aferras a ellas: “Mi jefa no me valora”. “Nadie me respeta”. “No debiera molestarme por esto”. ¿Cómo podría The Work ayudarte?

En The Work los pensamientos que experimentamos a diario son la ruta a la liberación. Co-escrito con su esposo, el distinguido autor y traductor Stephen Mitchell, AMAR LO QUE ES, provee los medios para “deshacer” creencias que causan sufrimiento, junto con docenas de ejemplos de The Work en acción con personas de todas las edades y temperamentos: un adolescente idealista, un paciente de cáncer, víctimas de serios traumas y un mercado de valores volátil.

Los principiantes en The Work son exhortados a “juzga a tu prójimo, escríbelo, hazte cuatro preguntas, y dale vuelta”. Así que desglosamos en papel cada pensamiento mezquino que jamás hayamos tenido acerca de nuestro jefe, la familia, los hombres, las mujeres, terroristas... y hacemos un cuestionamiento completo a cada aseveración.

Por ejemplo,
“Mi jefa no me valora”, utilizando la primera de las cuatro preguntas, preguntarías, “¿Es verdad?” ¿Sí o no?

Profundizando más el cuestionamiento, la segunda pregunta, “¿Puedes, con absoluta certeza, saber que es verdad?” Puede ser que encuentres que sólo puedes saber tu reacción a lo que tu jefa hace o dice.

Pregunta tres: “¿Cómo reaccionas cuando crees ese pensamiento?” ¿Qué le dices a tu jefa, qué haces? ¿Cómo te tratas a ti mismo y a otros cuando piensas que ella no te valora? ¿Cómo colorea esta historia tu vida entera?

La pregunta final es, “¿Quién o qué serías tú sin ese pensamiento?” Si nunca se te hubiese ocurrido que tu jefa no te valora, ¿cómo te sentirías? Finalmente, sigue “la vuelta”: “Mi jefa no me valora” se torna en su exacto opuesto, “Mi jefa me valora”. ¿Podría ser igualmente cierto algunas veces? Otras “vueltas”: “Yo no me valoro” (mis sentimientos de dolor podrían brotar de que creo lo que mi jefa dice acerca de mí), y “Yo no valoro a mi jefa” (especialmente cuando creo que ella no me valora).

The Work de Katie es una cirugía que corta hasta la médula de la realidad, permitiéndonos saber que siempre estamos bien ahora... aún en la incomodidad, el coraje, o el miedo. Como dice Katie, “La confusión es el único sufrimiento”.

La confusión emana del desear que las circunstancias, las personas, o quien eres, sea diferente. El cuestionar profundamente y deshacer la historia nos deja más en paz; amamos lo que es. Por supuesto, algunas historias podrían estar funcionando para ti; puedes retener esas. “The Work es sólo cuatro preguntas”, dice Katie. “Ni siquiera dicen ‘respóndenos’”. Pero si algo duele, podrías cuestionarlo. “Amar lo que es” puede ayudarte a hacerlo en cualquier momento, en cualquier lugar; sólo requiere de bolígrafo y papel, y el deseo de despertar.


Para más información acerca de The Work de Byron Katie,

http://thework.com/sites/thework/espanol/
http://thework.com/en
http://www.byronkatie.com/
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Gentileza, Victoria Malvar Ferreras


Tema 4

Introducción

Byron Kathleen Reid, una empresaria y madre que vive en el alto desierto del sur de California, sufrió una severa depresión después de cumplir los treinta años. Durante un periodo de diez años, su depresión se agudizó y Katie (como le dicen) se pasó cerca de dos años casi incapaz de salir de su cama y obsesionada con la idea del suicidio. De repente una mañana, desde las profundidades de la desesperación, experimentó una revelación que cambió su vida. Katie percibió que cuando pensaba que algo debería ser diferente de cómo era (“Mi marido debería quererme más,” “Mis hijos deberían apreciarme,”) ella sufría, y que cuando no creía en estos pensamientos, se sentía en paz. Comprendió que lo que causaba su depresión no era el mundo alrededor suyo, sino las creencias que ella tenía respecto a ese mundo. En un repentino despertar interior, Katie vio que nuestro esfuerzo por encontrar la felicidad estaba enrevesado: en vez de intentar cambiar el mundo para ajustarlo a nuestros pensamientos de cómo “debería” ser, podemos cuestionar estos pensamientos y, mediante el encuentro con la realidad como es, experimentar una libertad y un gozo inimaginables. Katie desarrolló un método sencillo y sin embargo poderoso de indagación, llamado The Work, que rendía practicable esta transformación. Como resultado, una mujer deprimida y con tendencias suicidas se llenó de amor por todo lo que la vida le aporta.


Esta revelación de Katie coincide con las últimas investigaciones de la psicología cognitiva, y The Work se ha comparado al diálogo socrático, las enseñanzas budistas y los programas de doce pasos. Sin embargo, Katie desarrolló su propio método sin conocimiento alguno de religión ni psicología. The Work se basa totalmente en la experiencia directa de una mujer respecto a cómo se crea el sufrimiento y cómo se le pone fin. Es asombrosamente sencillo, accesible a personas de todas las edades y procedencias, y no requiere más que pluma, papel y una mente abierta. Katie comprendió desde un principio que aportar a las personas sus respuestas o percepciones era de poco valor; en vez de eso, les ofrece un proceso mediante el cual las personas pueden encontrar sus propias respuestas.

Las primeras personas que se sometieron a The Work reportaron que había transformado su vida, y al poco tiempo Katie comenzó a recibir invitaciones para enseñar este proceso al público en general. Desde 1986 ha presentado The Work ante cientos de miles de personas en más de treinta países alrededor del mundo. Además de eventos públicos, ha presentado su Trabajo a corporaciones, universidades, escuelas, iglesias, prisiones y hospitales. El gozo y sentido de humor de Katie inmediatamente desarman a la gente, y las revelaciones profundas y los descubrimientos que experimentan los participantes redundan en eventos emocionantes (siempre se proveen pañuelos desechables).

Desde 1998, Katie ha dirigido La Escuela para The Work, un currículo de nueve días de ejercicios que se ofrece varias veces al año en diferentes localidades. La Escuela está aprobada como proveedor de créditos para unidades de educación continuada, y muchos psicólogos, consejeros, y terapeutas reportan que The Work se ha integrado como parte importante de sus prácticas. Katie también dirige una Limpia Mental de Año Nuevo: un programa de cinco días de cuestionamiento continuo que tiene lugar al sur de California al final de diciembre, y ofrece intensivos de fin de semana o “mini-escuelas” en ciudades principales. También existen cintas de audio y video de Katie facilitando The Work sobre una amplia gama de temas (sexo, dinero, el cuerpo, la crianza de los hijos) que están a la disposición de quien quiera tanto en sus eventos como en su página Web.

En marzo de 2002, Crown Harmony (traducción, editorial Urano, 2002) publicó el primer libro de Katie, Loving What Is: Four Questions That Can Change Your Life (Amar lo que es: cuatro preguntas que pueden cambiar tu vida,) cuyo co-autor, Stephen Mitchell es un reconocido autor y traductor. Amar lo que es ya ha sido traducido a 16 idiomas. Ha aparecido en varias listas de los libros mejor vendidos, incluyendo la de Amazon.com, donde una ministra cristiana comentó que lo recomendaría antes que la Biblia. Este librito es un extracto de Amar lo que es. Para una introducción más completa y profunda a The Work, por favor busque el libro Amar lo que es en una librería cercana a usted, y visite Bienvenido/a a The Work.

Lo que es, es

Únicamente sufrimos cuando creemos un pensamiento que está en desacuerdo con lo que es. Cuando la mente está perfectamente clara, lo que es, es lo que queremos. Si quieres que la realidad sea diferente de lo que es, podrías intentar enseñarle a ladrar a un gato y obtendrías el mismo resultado. Puedes intentarlo una y otra vez, y al final, el gato te mirará y volverá a decir: «Miau». Desear que la realidad sea diferente de lo que es, es un deseo imposible de satisfacer.

Y aun así, si prestas atención> advertirás que tienes pensamientos de este tipo docenas de veces al día: «La gente debería ser más amable», «Debería enseñarse a los niños a comportarse bien», «Mis vecinos deberían cuidar mejor su césped», «La cola del supermercado debería avanzar más deprisa», «Mi mujer (o mi marido) debería estar de acuerdo conmigo», «Debería estar más delgada (o ser más guapa o tener más éxito)». Estos pensamientos constituyen distintas maneras de querer que la realidad sea diferente de lo que es. Si te parece que esto suena deprimente, estás en lo cierto. Toda la tensión que sentimos se origina en nuestras discusiones con lo que es.

Personas aún no familiarizadas con The Work me dicen a menudo: «Pero si renunciase a mi discusión con la realidad perdería parte de mi poder. Si simplemente acepto la realidad, seré pasiva. Quizás incluso pierda el deseo de actuar». Yo les contesto con una pregunta: « ¿Tienes la absoluta certeza de que eso es verdad?». «Ojalá no hubiese perdido mi trabajo» o «He perdido mi trabajo; ¿qué puedo hacer ahora?»: ¿Qué es lo que te da más poder?

The Work revela que lo que piensas que no debería haber sucedido sí debería haber sucedido. Debería haber sucedido porque así fue y ningún pensamiento del mundo puede cambiarlo. Eso no quiere decir que lo toleres ni que lo apruebes. Sólo significa que eres capaz de ver las cosas sin resistencia y sin la confusión de tu lucha interior. Nadie quiere que sus hijos enfermen, nadie quiere ser víctima de un accidente de coche; pero cuando estas cosas ocurren, ¿de qué forma podría ayudar discutir mentalmente con ellas? Sabemos que no tiene sentido, y sin embargo, lo hacemos porque no sabemos cómo dejar de hacerlo.

Soy una amante de lo que es, no porque sea una persona espiritual, sino porque, cuando discuto con la realidad, sufro. Podemos saber que la realidad está bien tal como es porque, cuando discutimos con ella, sentimos tensión y frustración. No nos sentimos normales ni equilibrados. Cuando dejamos de oponernos a la realidad, la acción se convierte en algo sencillo, fluido, amable y seguro.

Ocúpate de tus propios asuntos

Sólo puedo encontrar tres tipos de asuntos en el universo: los míos, los tuyos y los de Dios. (Para mí, la palabra Dios significa «realidad». La realidad es Dios, porque gobierna. Todo lo que escapa a mi control, al tuyo y al de cualquier otra persona es lo que yo denomino «los asuntos de Dios».)

Buena parte de nuestras tensiones proviene de vivir mentalmente fuera de nuestros asuntos. Cuando pienso: «Necesitas encontrar un trabajo, quiero que seas feliz, deberías ser puntual, necesitas cuidar mejor de ti mismo», me estoy inmiscuyendo en tus asuntos. Cuando me preocupo por los terremotos, las inundaciones, la guerra o la fecha de mi muerte, me estoy inmiscuyendo en los asuntos de Dios. Si mentalmente estoy metida en tus asuntos o en los de Dios, el efecto es la separación. Fui consciente de esto hace tiempo, en 1986. Cuando, por ejemplo> me inmiscuía mentalmente en los asuntos de mi madre con pensamientos del tipo: «Mi madre debería comprenderme», experimentaba de inmediato un sentimiento de soledad. Y comprendí que siempre que me he sentido herida o sola, he estado inmiscuida en los asuntos de otra persona.

Si tú estás viviendo tu vida y yo estoy viviendo mentalmente tu vida, ¿quién está aquí viviendo la mía? Los dos estamos ahí. Ocuparme mentalmente de tus asuntos me impide estar presente en los míos. Me separo de mí misma y me pregunto por qué razón mi vida no funciona. Pensar que yo sé lo que es mejor para los demás es estar fuera de mis asuntos. Incluso en nombre del amor, es pura arrogancia y el resultado es la tensión, la ansiedad y el miedo. ¿Sé lo que es adecuado para mí? Ese es mi único asunto. Permíteme trabajar en eso antes de tratar de resolver tus problemas por ti.

Si comprendes los tres tipos de asuntos lo bastante para ocuparte de los tuyos propios, este conocimiento puede liberar tu vida de una manera que ni siquiera eres capaz de imaginar. La próxima vez que sientas tensión o incomodidad, pregúntate de quién son los asuntos en los que te ocupas mentalmente, ¡y quizás estalles en carcajadas! Esa pregunta puede devolverte a ti mismo. Tal vez llegues a descubrir que, en realidad, nunca has estado presente y que te has pasado toda la vida viviendo mentalmente en los asuntos de otras personas. Y si practicas durante un tiempo, quizá descubras que en realidad no tienes ningún asunto y que tu vida funciona perfectamente por sí misma.

Enfréntate a tus pensamientos con Comprensión

Un pensamiento resulta inofensivo a menos que nos lo creamos. No son nuestros pensamientos, sino nuestro apego a ellos, lo que origina nuestro sufrimiento. Apegarse a un pensamiento significa creer que es verdad sin indagar en él. Una creencia es un pensamiento al que hemos estado apegados, a menudo durante años.

La mayoría de la gente cree que «es» lo que sus pensamientos dicen que es. Un día advertí que no estaba respirando: me estaban respirando. Entonces también advertí, con gran sorpresa, que no estaba pensando: que, en realidad, estaba siendo pensada y que pensar no es personal. ¿Te despiertas por la mañana y te dices: «Creo que hoy no voy a pensar»? Es demasiado tarde: ¡ya estás pensando!

Los pensamientos sencillamente aparecen.
Provienen de la nada y vuelven a la nada, como nubes que se mueven a través de un cielo vacío. Están de paso, no han venido para quedarse. No son perjudiciales hasta que nos apegamos a ellos como si fueran verdad. Nadie ha sido capaz, jamás, de controlar su pensamiento, aunque la gente cuente la historia de cómo lo ha conseguido. No dejo que mis pensamientos se marchen: me enfrento a ellos con comprensión. Son ellos los que me dejan marcharme a mí.

Los pensamientos son como la brisa o las hojas en los árboles o las gotas de lluvia que caen. Aparecen del mismo modo, y a través de la indagación, podemos entablar amistad con ellos. ¿Discutirías con una gota de lluvia? Las gotas de lluvia no son personales, como tampoco lo son los pensamientos. Una vez que te has enfrentado a un concepto doloroso con comprensión, la próxima vez que aparezca quizá te resulte interesante. Lo que solía ser una pesadilla ahora es sólo algo interesante. La siguiente vez que aparezca, tal vez te resulte divertido. Y la siguiente vez, quizá ni siquiera lo adviertas. Este es el poder de amar lo que es.

Pon la mente en el papel

El primer paso de The Work consiste en escribir tus juicios sobre cualquier situación estresante de tu vida pasada, presente o futura: una persona que te desagrada o te preocupa, una situación que te provoca enfado, miedo o tristeza, o alguien ante quien sientes ambivalencia o confusión.

Escribe tus juicios tal como los piensas. (Utiliza una hoja de papel en blanco; también puedes encontrar en el sitio web http://www.thework.org, en la sección denominada «Do The Work» [«Haz The Work»], una «Hoja de Trabajo para juzgar a tu prójimo» [Judge-Your-Neighbour Worksheet] que puedes bajarte e imprimir.) Durante miles de años, nos han enseñado a no juzgar; pero, seamos sinceros, de todos modos lo hacemos sin parar. La verdad es que todos tenemos siempre juicios en la cabeza. A través de The Work tenemos permiso, finalmente, para expresar esos juicios, y hasta «gritarlos», en el papel. Tal vez descubramos que es posible enfrentarse incluso a los pensamientos más desagradables con un amor incondicional.


Te animo a que escribas sobre alguien a quien no hayas perdonado totalmente. Este es el lugar más eficaz por donde empezar. Aun cuando hayas perdonado a esa persona en un 99 por ciento, no serás libre hasta que tu perdón sea completo. Ese 1 por ciento que no has perdonado es precisamente el lugar en el que te has atascado con el resto de tus relaciones (incluida la relación contigo mismo).

Si empiezas por dirigir el dedo acusador hacia fuera, entonces el centro de atención no recaerá en ti. Sencillamente te soltarás sin censurarte. Con frecuencia estamos bastante seguros sobre lo que otras personas necesitan hacer, cómo deberían vivir y con quién deberían estar. Cuando se trata de otras personas, tenemos una visión clara, pero no sucede lo mismo con nosotros mismos.

Al realizar The Work, comprendes quién eres porque ves quiénes crees que otras personas son. Con el tiempo, llegas a ver que todo lo que está fuera de ti es un reflejo de tu propio pensamiento. Eres el narrador de la historia, el proyector de todas las historias, y el mundo es la imagen proyectada de tus pensamientos.

Desde el principio de los tiempos, la gente ha intentado cambiar el mundo a fin de ser feliz. Esto nunca ha funcionado porque aborda el problema en el orden contrario. The Work nos brinda un medio para cambiar el proyector -la mente- en lugar de lo proyectado. Es como cuando hay un fragmento de polvo en la lente de un proyector. Creemos que hay una imperfección en la pantalla e intentamos cambiar a quienquiera que sea sobre quien recaiga la imperfección. Pero intentar cambiar las imágenes proyectadas constituye un esfuerzo fútil. Una vez que comprendemos dónde está la mota de polvo, podemos limpiar la lente. Esto constituye el fin del sufrimiento y el principio de la dicha en el paraíso.

Cómo escribir en la Hoja de Trabajo

Te invito a que juzgues, a que seas duro, infantil, mezquino. Escribe con la espontaneidad de un niño que está triste, enfadado, confundido o asustado. No intentes ser sensato, espiritual o amable.

Este es un momento para ser totalmente sincero y no censurar tus sentimientos. Permite que se expresen a sí mismos sin temor a las consecuencias o a las amenazas de castigo.

Seguidamente encontrarás un ejemplo de una <> ya escrita. En este ejemplo he escrito sobre mi segundo marido, Paul (incluido aquí con su permiso). Estos son los tipos de pensamientos que solía tener sobre él antes de que mi vida cambiase. Te invito a que, a medida que leas, reemplaces el nombre de Paul por el de la persona de que se trate en tu vida.

1. ¿Quién provoca tu enfado o tu tristeza o te decepciona? ¿Qué es lo que no te gustaba o todavía no te gusta de esta persona? No me gusta (estoy enfadada con, o triste, asustada, confundida, etc., a causa de) (nombre) Paul porque no me escucha. Estoy enfadada con él porque no me valora. No me gusta Paul porque discute por todo lo que digo.

2. ¿Cómo quieres que cambie? ¿Qué quieres que haga? Quiero que (nombre) Paul me brinde toda su atención. Quiero que me ame completamente Quiero que esté de acuerdo conmigo Quiero que haga más ejercicio.

3. ¿Qué es lo que debería o no debería hacer, ser, pensar o sentir? (Nombre) Paul no debiera ver tanta televisión. Debería dejar de fumar. Debería decirme que me ama. No debería ignorarme.

4. ¿Necesitas algo de esa persona? ¿Qué tiene que darte o hacer para que seas feliz? Necesito que (nombre) Paul me escuche. Necesito que deje de mentirme. Necesito que comparta sus sentimientos conmigo y que esté emocionalmente disponible. Necesito que sea amable y tierno y que tenga paciencia.

5. ¿Qué piensas de esa persona? Haz una lista. (Nombre) Paul no es sincero Es temerario e infantil. Se cree que para él no valen las reglas. No es nada compasivo y nunca está disponible. Es un irresponsable.

6. ¿Qué es lo que no quieres experimentar nunca más con esa persona, cosa o situación? No quiero nunca más o me niego a vivir con Paul si no cambia. No quiero volver a discutir nunca más con él. No quiero que me vuelva a mentir jamás.

Indagación: Las cuatro preguntas y la inversión

1. ¿Es eso verdad?

2. ¿Tienes la absoluta certeza de que eso es verdad?

3. ¿Cómo reaccionas cuando tienes ese pensamiento?

4. ¿Quién serías sin ese pensamiento?


Responde a estas cuatro preguntas y luego invierte tus respuestas. Ahora, utilizando las cuatro preguntas, investiguemos la primera afirmación del punto 1 del ejemplo: No me gusta Paul porque no me escucha. A medida que leas, piensa en alguien a quien todavía no hayas perdonado del todo.

1. ¿Es eso verdad?
Pregúntate: « ¿Es verdad que Paul no me escucha?». Permanece en calma.
Si realmente quieres saber la verdad, la respuesta a esa pregunta aparecerá. Permite que la mente haga la pregunta y espera a que emerja la respuesta.

2. ¿Tienes la absoluta certeza de que eso es verdad?
Considera estas preguntas: « ¿Tengo la absoluta certeza de que es verdad que Paul no me escucha? ¿Puedo saber realmente si una persona está escuchando o no? ¿Acaso en ocasiones aunque parezca que no estoy escuchando sí lo estoy haciendo?».

3. ¿Cómo reaccionas cuando tienes ese pensamiento?
¿Cómo reaccionas cuando piensas que Paul no te escucha? ¿Cómo le tratas? Haz una lista. Por ejemplo: «Le lanzo "mi mirada". Le interrumpo. Le castigo no prestándole atención. Empiezo a hablar más rápido y más fuerte e intento forzarlo a que me escuche». Continúa haciendo tu lista, y a medida que vayas profundizando en tu interior, observa cómo te tratas a ti misma en esa situación y cómo te sientes. «Me encierro en mí misma. Me aíslo. Como y duermo mucho y me quedo mirando la televisión durante días. Me siento deprimida y sola.» Advierte todos los efectos que provoca pensar: «Paul no me escucha».

4. ¿Quién serías sin ese pensamiento?
Ahora considera quién serías si no fueses capaz de pensar: «Paul no me escucha». Cierra los ojos e imagina que él no te está escuchando. Imagínate que no tienes el pensamiento de que Paul no te escucha (ni siquiera el de que debería escucharte).

Tómate el tiempo que necesites. ¿Qué es lo que ves? ¿Cómo te sientes?

Haz la inversión. La afirmación original: «No me gusta Paul porque no me escucha», al invertirla, podría transformarse en: «No me gusto a mí misma porque no escucho a Paul». ¿Es eso verdad para ti? ¿Escuchas a Paul cuando piensas que él no te escucha? Busca otros ejemplos de cómo no escuchas. Otra inversión que podría ser igual de verdadera, o incluso más, es: «No me gusto porque no me escucho a mí misma». Cuando estás pensando en lo que Paul debería hacer, ¿te estás escuchando a ti misma? ¿Pones en espera tu propia vida cuando crees que él debería estar escuchando? ¿Puedes oír cómo le hablas a Paul cuando crees que debería escucharte?`

Tras haber reflexionado sobre estas inversiones, continúa haciendo una indagación típica con la siguiente afirmación del punto 1 de la Hoja de Trabajo de ejemplo -Estoy enfadada con él porque no me valora-, y después haz lo mismo con el resto de las afirmaciones que aparecen en esa hoja.


Juzgar a tu prójimo Luego, escribir
Hacer cuatro preguntas Después, invertir


Tu turno: la Hoja de Trabajo

Ahora sabes lo suficiente para tratar de realizar The Work. En primer lugar, escribe tus pensamientos en un papel. Todavía no ha llegado el momento de indagar con las cuatro preguntas; eso lo haremos más adelante. Escoge una persona o una situación y escribe sobre ella utilizando frases cortas y sencillas. Acuérdate de dirigir el dedo acusador hacia fuera. Puedes escribir a partir de tu situación actual o desde el punto de vista que tenías a los cinco o a los veinticinco años. Por favor, no escribas sobre ti todavía.

1. ¿Quién provoca tu enfado o tu tristeza o te decepciona? ¿Qué es lo que no te gustaba o todavía no te gusta de esta persona?
(Recuerda: sé duro, infantil y mezquino.) No me gusta (estoy enfadado con, o triste o confundido por) (nombre) porque _____________________


2. ¿Cómo quieres que cambie? ¿Qué quieres que haga?
Quiero que (nombre) ________________


3. ¿Qué es lo que debería o no debería hacer, ser, pensar o sentir?
(Nombre) debería (no debería) ________


4. ¿Necesitas algo de esa persona? ¿Qué tiene que darte o hacer para que seas feliz?
(Finge que es tu cumpleaños y que puedes pedir absolutamente todo lo que quieras. ¡Adelante!) Necesito que (nombre) ________

5. ¿Qué piensas de esa persona? Haz una lista.
(No seas racional ni amable.) (Nombre) es ____________


6. ¿Qué es lo que no quieres experimentar nunca más con esa persona, cosa o situación?
No quiero nunca más o me niego a _______


Tu turno: la indagación

Una a una, somete cada afirmación de tu «Hoja de Trabajo para juzgar a tu prójimo» a la prueba de las cuatro preguntas, y después invierte la afirmación con la que estés trabajando. (Si necesitas ayuda, puedes volver a consultar el ejemplo de Paul que he dado en este mismo capítulo.) A lo largo de este proceso, explora la apertura a otras posibilidades que están más allá de lo que crees saber. Comprobarás que no hay nada más excitante que descubrir la mente desconocida.

Es como zambullirse en el agua. Continúa haciendo la pregunta y espera. Permite que sea la respuesta quien te encuentre. Yo lo llamo «el corazón que recibe a la mente»: la polaridad más benévola de la mente (el corazón) recibiendo a la polaridad que está confundida porque no ha sido investigada. Cuando la mente pregunte sinceramente, el corazón responderá. Quizás empieces a experimentar revelaciones sobre ti y tu mundo capaces de transformar tu vida entera, para siempre. Observa la primera afirmación que has escrito en el punto 1 de tu Hoja de Trabajo. Ahora, hazte las siguientes preguntas:

1. ¿Es eso verdad?

Para mí, la realidad es lo que es verdad. La verdad es cualquier cosa que está delante de ti, cualquier cosa que realmente está sucediendo.
Te guste o no, ahora está lloviendo. «No debería estar lloviendo» es simplemente un pensamiento.

En realidad, el «debería» y el «no debería» no existe. Son sólo pensamientos que imponemos a la realidad. Sin los «debería» y «no debería», podemos ver la realidad tal como es, y esto nos hace libres para actuar de una manera efectiva, lúcida y sensata. Tómate el tiempo que necesites. The Work consiste en descubrir lo que es verdad en lo más profundo de tu interior. Ahora estás escuchando tus respuestas, no las de otras personas ni tampoco cualquier otra cosa que hayan podido enseñarte. Esto puede resultar muy perturbador, porque estás entrando en lo desconocido.
A medida que continúes sumergiéndote más profundamente, permite que la verdad que está en tu interior salga a la superficie a fin de responder a la pregunta. Sé amable mientras llevas a cabo tu indagación. Permite que la experiencia te embargue completamente.

2. ¿Tienes la absoluta certeza de que eso es verdad?

Si la respuesta a la primera pregunta es sí, pregúntate: « ¿Tengo la absoluta certeza de que eso es verdad?». En muchos casos, la afirmación sólo parece ser verdad. Claro que lo parece. Tus conceptos se basan en una vida entera de creencias que no has investigado.

Tras despertarme a la realidad en el año 1986, en muchas ocasiones advertí que la gente, en las conversaciones, los medios de comunicación y los libros hacía afirmaciones como estas: «En el mundo no hay suficiente comprensión», «Hay demasiada violencia», «Deberíamos amarnos más los unos a los otros». Son historias que yo también solía creer. Parecían ser afirmaciones sensibles, amables y humanitarias pero cuando las escuchaba, advertía que creer en ellas me provocaba tensión y me impedía sentirme sosegada interiormente.

Por ejemplo, cuando escuchaba la historia: «La gente debería ser más afectuosa», surgían en mí las preguntas: «¿Tengo la absoluta certeza de que eso es verdad? ¿Puedo realmente saber por mí misma, en mi interior, que la gente debería ser más afectuosa? Aun cuando el mundo entero me diga que así debería ser, ¿es realmente verdad?». Y para mi sorpresa, cuando escuché mi voz interior, vi que el mundo es lo que es, nada más y nada menos. En lo referente a la realidad, no hay ningún «debería ser». Sólo hay lo que es, de la manera que es y en este mismo momento. La verdad es anterior a cualquier historia. Y cualquier historia, antes de la investigación, nos impide ver lo que es verdad. Finalmente, podía indagar sobre cualquier historia potencialmente incómoda: « ¿Tengo la absoluta certeza de que eso es verdad?». Y la respuesta, como la pregunta, constituía una experiencia: No. Permanecía aferrada a esa respuesta: solitaria, tranquila, libre. ¿Cómo no iba a ser la respuesta correcta? Toda la gente que conocía y todos los libros decían que la respuesta debería ser sí, pero yo llegué a comprender que la verdad no puede ser dictada por nadie, porque tiene una existencia propia. En presencia de ese no interior, comprendí que el mundo es siempre como debe ser, me opusiese a él o no. Y llegué a aceptar la realidad con todo mi corazón. Amo el mundo, sin condiciones.

Si tu respuesta continúa siendo sí, bien. Si piensas que tienes la absoluta certeza de que eso es verdad, lo adecuado es pasar a la tercera pregunta.

3. ¿Cómo reaccionas cuando tienes ese pensamiento?

Con esta pregunta empezamos a advertir la causa y el efecto interiores. Te das cuenta de que, cuando crees en el pensamiento, experimentas una sensación incómoda, una perturbación cuya intensidad puede variar desde un tenue malestar hasta el miedo o incluso el pánico. Después de que las cuatro preguntas me descubriesen, reparaba en pensamientos como: «La gente debería ser más afectuosa» y observaba que me provocaban un sentimiento de desasosiego. Me daba cuenta de que, antes del pensamiento, sentía paz. Mi mente estaba tranquila y serena. Así era yo sin mi historia. Entonces, en la quietud de la conciencia, empecé a observar los sentimientos que provenían de mi apego a ese pensamiento. Y en esa quietud pude ver que el resultado de creer en ese pensamiento era un sentimiento de desasosiego y tristeza.

Cuando me pregunté: « ¿Cómo reacciono cuando tengo ese pensamiento, cuando creo que la gente debería ser más afectuosa?», comprobé que no sólo experimentaba una sensación de incomodidad (esto era obvio), sino que también reaccionaba elaborando imágenes mentales. Para demostrarme que ese pensamiento era verdad, me iba volando a un mundo que no existía.

Había reaccionado viviendo en un cuerpo lleno de tensión y viéndolo todo a través de unos ojos temerosos; era una sonámbula, alguien sumido en una pesadilla interminable. El remedio consistía sencillamente en investigarlo.
Adoro la tercera pregunta. Una vez que la respondes por ti mismo, una vez que comprendes la causa y el efecto de un pensamiento, todo el sufrimiento empieza a desenmarañarse.

4. ¿Quién serías sin ese pensamiento?

Esta es una pregunta muy poderosa. Imagínate en presencia de la persona sobre la que has escrito cuando está haciendo lo que tú crees que no debería hacer. Ahora cierra los ojos durante uno o dos minutos, respira profundamente e imagina quién serías si no fueses capaz de tener ese pensamiento. ¿De qué manera cambiaría tu vida en la misma situación pero sin ese pensamiento?

Mantén los ojos cerrados y observa a esa persona sin tu historia. ¿Qué es lo que ves? ¿Cómo te sientes con ella sin tu historia? ¿Cómo la prefieres: con o sin tu historia? ¿Qué resulta más amable? ¿Qué resulta más apacible? Para muchas personas, la vida sin sus historias es literalmente inimaginable. No tienen ninguna referencia.

Por esa razón, una respuesta común a esta pregunta es: «No lo sé». Otras personas responden diciendo: «Sería libre», «Tendría paz» o «Sería una persona más afectuosa». Tú podrías decir: «Estaría lo bastante lúcido para comprender la situación y actuar con eficacia». Sin nuestras historias no sólo somos capaces de actuar con eficacia y sin miedo, sino que también nos convertimos en un amigo que sabe escuchar. Somos personas que viven felizmente su vida. La apreciación y la gratitud se han convertido para nosotros en algo tan natural como respirar. La felicidad es el estado natural de alguien que sabe que no hay nada que saber y que ya tiene todo lo que necesita aquí y ahora.

Haz la inversión

Con este propósito, escribe de nuevo tu afirmación. En primer lugar, escríbela como si la hubieses escrito sobre ti. Donde has puesto el nombre de la persona sobre la que estás hablando, pon el tuyo. En lugar de «él» o «ella», escribe «yo». Por ejemplo: «Paul debería ser amable conmigo» se convierte en: «Yo debería ser amable conmigo misma» y «Yo debería ser amable con Paul». Otro tipo de inversión es la de 180 grados. Con ella conseguimos el extremo opuesto: «Paul no debería ser amable conmigo». No debería serlo porque no lo es (en mi opinión). No es una cuestión de moralidad, sino que sencillamente es verdad. Quizá llegues a descubrir tres, cuatro o incluso más inversiones posibles para una sola afirmación. O tal vez sólo haya una que sea verdadera para ti.

Considera si la afirmación invertida es tan verdadera como (o incluso más verdadera que) la original. Por ejemplo, la inversión «Yo debería ser amable conmigo misma» parece tan verdadera como (o más verdadera que) la afirmación original, porque cuando pienso que Paul debería ser amable conmigo, me enfado y me lleno de resentimiento, y de este modo, me provoco mucha tensión nerviosa. Esto no es ser amable con uno mismo. Si fuese amable conmigo misma, no tendría que estar esperando la amabilidad de los demás. «Yo debería ser amable con Paul»: esta inversión también es, al menos, tan verdadera como la afirmación original. Cuando pienso que Paul debería ser amable conmigo y me enfado y me lleno de resentimiento, lo trato secamente, en especial en mi mente.

Mejor empezar por mí misma y actuar como me gustaría que actuase Paul. En cuanto a «Paul no debería ser amable conmigo», eso es, con toda seguridad, más cierto que lo opuesto. No debería ser amable porque no lo es. Esa es la realidad. La inversión es una parte de The Work muy poderosa. Mientras pienses que la causa de tu problema está «ahí fuera» - mientras pienses que cualquier persona o cualquier cosa es la responsable de tu sufrimiento-, la situación es irremediable. Significa que te sitúas para siempre en el papel de víctima, que estás sufriendo en el Paraíso. De modo que empieza a llevar la verdad a casa y a liberarte. La indagación combinada con la inversión es el camino más rápido para llegar a comprendernos a nosotros mismos.


La inversión para la afirmación del punto 6

Esta inversión Hoja de Trabajo es un poco distinta a las demás. Substituimos «No quiero... nunca más...» por «Estoy dispuesto a„.» y «Estoy deseoso de...». Por ejemplo, «No quiero discutir nunca más con Paul», al invertirse queda así: «Estoy dispuesta a discutir con Paul de nuevo» y «Estoy deseosa de discutir con Paul de nuevo».

El objeto de esta inversión es el de aceptar toda la vida. Decir y querer decir: «Estoy dispuesto a... » Da lugar a la apertura, la creatividad y la flexibilidad. Cualquier resistencia que puedas haber sentido se suaviza y esto te permite iluminarte, en lugar de seguir aplicando desesperadamente la fuerza de voluntad, o la mera fuerza, para erradicar esa situación de tu vida. Decir y querer decir: «Estoy deseoso de...» Es una manera de abrirte activamente a lo que la vida despliega ante ti. Es bueno reconocer que los mismos sentimientos o la misma situación pueden suceder de nuevo, aunque sólo sea en tus pensamientos. Cuando comprendes que el sufrimiento y el malestar son la llamada para iniciar la indagación, probablemente empieces a esperar con ilusión los sentimientos molestos. Tal vez incluso los consideres amigos que vienen a enseñarte que todavía no has investigado el camino con la suficiente meticulosidad. Ya no es necesario esperar a que la gente o las situaciones cambien a fin de experimentar la paz y la armonía. The Work es la manera más directa de orquestar tu propia felicidad.


Preguntas y respuestas
P. Me cuesta trabajo escribir acerca de otros. ¿Puedo escribir acerca de mí mismo?

R. Si quieres conocerte, sugiero que escribas acerca de otra persona. Enfoca The Work hacia fuera al principio, y quizá llegues a ver que todo lo de allá fuera es un reflejo directo de tu propio pensamiento. Todo se trata de ti. La mayoría de nosotros hemos estado apuntando nuestra crítica y nuestros juicios hacia nosotros mismos durante años, y no hemos solucionado nada con ello. Juzgar a otra persona, hacer las preguntas, e invertir la aseveración es el camino más corto a la comprensión y la autorrealización.

P: ¿Cómo puedes decir que la realidad es buena? ¿Qué hay de las guerras, las violaciones, la pobreza, la violencia y el abuso sexual y el maltrato de los niños? ¿Los toleras?

R: ¿Cómo podría tolerar todo eso? Sencillamente advierto que si creo que no debería existir, sufro. Esas cosas existen hasta que dejen de hacerlo. ¿Puedo poner fin a mi guerra interior? ¿Puedo dejar de violarme a mí misma y violar a los demás con pensamientos abusivos? Si no soy capaz de hacerlo, continúo en mí misma precisamente lo que quiero acabar en el mundo. Comienzo poniendo fin a mi propio sufrimiento, mi propia guerra. Es el trabajo de una vida.

P: Entonces, lo que dices es que debo aceptar la realidad tal como es y no luchar con ésta. ¿Estoy en lo correcto?

R: The Work no determina lo que alguien debe o no debe hacer. Sencillamente preguntamos: ¿Cómo afecta tu vida luchar contra la realidad? ¿Cómo se siente? Este Trabajo explora la causa y el efecto del apego a pensamientos dolorosos, y mediante esa investigación encontramos nuestra libertad. Sencillamente dictaminar que no debemos luchar contra la realidad sólo agrega otra “historia”, otra filosofía o religión a la realidad. Nunca ha funcionado.

P: Parece que aceptar siempre la realidad sea como no querer nunca nada. ¿No es más interesante querer cosas?


R: Mi experiencia es que yo siempre quiero algo. ¡No sólo es interesante, es extático! Los que quiero es lo que es. Lo que amo es lo que ya tengo. Cuando quiero lo que tengo, no hay separación entre el pensamiento y la acción; se mueven juntos sin conflictos. Siempre que experimentes alguna carencia, escribe tu pensamiento e indaga. En mi opinión, la vida nunca se queda corta y no requiere un futuro. Todo lo que necesito se me proporciona siempre y no tengo que hacer nada para conseguirlo. No hay nada más estimulante que amar lo que es.

P: Supón que no tengo un problema con las personas.
¿Puedo escribir acerca de cosas tales como mi cuerpo?

R: Sí. Haz The Work sobre cualquier área de tu vida que produce estrés. A medida que te familiarices con las cuatro preguntas y la inversión, puedes escoger temas como el cuerpo, la enfermedad, la profesión o hasta Dios. Luego, experimenta usando la frase “mi pensamiento” en vez del tema cuando hagas las inversiones.
Ejemplo: “Mi cuerpo debería ser fuerte y saludable” “Mi pensamiento debería ser fuerte y saludable” ¿No es lo que verdaderamente quieres? ¿Una mente balanceada y saludable? ¿Alguna vez el cuerpo enfermo ha sido el problema? O ¿son tus pensamientos acerca del cuerpo enfermo los que causan el problema y el estrés? Investiga. Deja que el médico se ocupe de tu cuerpo, mientras tú te ocupas de tu pensamiento. Tengo un amigo que no puede mover su cuerpo y ama su vida. La libertad no requiere de un cuerpo sano. Libera tu mente.

P: ¿Cómo puedo aprender a perdonar a alguien que me hizo mucho daño?

R: Juzga a tu enemigo, escribe tus afirmaciones, hazte las cuatro preguntas e invierte las afirmaciones. Comprueba por ti mismo que el perdón significa descubrir que lo que creíste que había sucedido no sucedió. Si no ves que no hay nada que perdonar, es que realmente no has perdonado. Nadie ha herido nunca a nadie. Nadie ha hecho nunca nada terrible. No hay nada terrible salvo tus pensamientos no investigados sobre lo que ocurrió. De modo que, siempre que sufras, indaga, examina los pensamientos que estás teniendo y libérate. Sé un niño. Empieza por la mente que todo lo desconoce. Lleva esa ignorancia hasta la libertad.

P: ¿Es la indagación un proceso de pensamiento? Y si no es eso, ¿qué es?

R: La indagación parece ser un proceso de pensamiento, pero, en realidad, es un medio para deshacer pensamientos. Cuando comprendemos que, de todos modos, no somos nosotros quienes los pensamos, los pensamientos pierden su poder sobre nosotros. Los pensamientos
Sencillamente aparecen en nuestra mente. No son personales. A través de The Work, en vez de evadir o reprimir los pensamientos, aprendemos a recibirlos con los brazos abiertos.



“Katie-ismos”
Cuando discutes con la realidad, pierdes, pero nada más siempre.

Las personalidades no aman, quieren algo.

Si tuviera una oración especial sería: “Dios, libérame de desear amor, aprobación o aprecio. Amen.”

No finjas estar más allá de tu propia evolución.

Yo soy el causante de mi propio sufrimiento, pero sólo de todo ello.

Una mente sin cuestionar es el mundo del sufrimiento.

Cualquier cosa que quieras preguntarle a un maestro, pregúntatelo a ti mismo. Si realmente quieres saber la verdad, la respuesta se encontrará con tu pregunta.

No es tu trabajo quererme, ese es mí trabajo.

Lo peor que ha sucedido jamás es un pensamiento no cuestionado.

La mente sana no sufre, nunca.

El maestro que necesitas es la persona con quien vives. ¿Estás escuchando?

Yo no suelto mis conceptos, los encuentro mediante la indagación y luego, ellos me sueltan a mí.

La realidad es siempre más bondadosa que la historia que contamos acerca de ella.

En última instancia, yo soy todo lo que puedo conocer.

La confusión es la única causa del sufrimiento. Lo que es, es. No te tocó votar. ¿Te das cuenta?

Tengo muy claro que todo el mundo me ama. Sólo que no espero que ellos lo sepan todavía.

No existen problemas físicos, sólo mentales.

La ruta directa es: “Dios es todo; Dios es bueno.”

La única manera en que puedo estar enojada contigo es cuando yo he pensado, dicho, o hecho algo desagradable en mi propia opinión.

La realidad es Dios, porque reina.


Comentarios sobre Amar lo que es

“¡Dios mío! ¿De dónde salió Byron Katie? Ella es lo máximo. Su Trabajo es asombrosamente efectivo: un antídoto sencillo y directo contra el sufrimiento que innecesariamente nos creamos. No nos pide creer en nada, y nos ofrece un método sorpresivamente efectivo y sencillo para despejar la maraña de falsas ideas en que nos envolvemos.”
(David Chadwick, autor de The Crooked Cucumber)

“¿Te imaginas que tuvieses a tu alcance un procedimiento sencillo para enfocar la vida con alegría, dejar de pelearte con la realidad y alcanzar la serenidad en medio del caos? Eso es lo que nos ofrece Amar lo que es. Ni más ni menos una manera revolucionaria de vivir la vida. La pregunta es: ¿Somos lo bastante valientes para aceptarla?”
(Erica Jong, autora de Miedo a volar)

“Si yo pudiera regalar sólo un libro a todo el mundo, sería éste. Soy ministra Cristiana y regalaría este libro antes que la Biblia misma. Es literalmente, la clave para terminar con todo sufrimiento. La información aquí contenida puede sustituir a todos los libros de autoayuda. Es así de transformadora.”
(J.B,. Nemacolin, PA (en Amazon.com)

“Tengo 52 años y no estoy buscando solucionar mis relaciones con personas de otras razas, ni explorar porqué mi cónyuge me fue infiel. Soy veterano de guerra y desde hace treinta años he sido diagnosticado como víctima de la ‘esquizofrenia paranoica’. Un día hace un par de semanas, mi amigo Fred vino a visitarme. Trajo consigo un libro titulado Amar lo que es. ‘Vamos a probar esto’ me dijo. Yo seguí el proceso mientras Fred facilitaba. ‘¿Quién serías sin ese pensamiento?’
Me sumergí en la experiencia de cómo sería si no tuviera ese pensamiento, alguien que sencillamente podría gozar mis relaciones con otras personas al intercambiar ideas, pasar el rato.

Se sintió... libre. En veinte minutos, años de irascibilidad, enojo y confusión... sencillamente desaparecieron.
Solía ir a Grupos de Rap (para compartir experiencias similares) al principio cuando abrieron los centros para veteranos, y observaba cómo los veteranos luchaban con los horrores que habían cambiado sus vidas tan dramáticamente. Hoy, me habría gustado que estuviera alguien sentado allí, como mi amigo Fred, con Amar lo que es y una hoja de papel con las cuatro preguntas escritas a mano. ¿A quién podría haber ayudado? Sólo puedo imaginarme.
Tres décadas más tarde, sé que me ayudó a mí. Sólo tengo una cosa que decirles a otros veteranos acerca de eso: Para aquellos que pelearon por la libertad, es hora de ser libres. Hagan The Work.”
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J.M.L., Reno, NV.


La Escuela para The Work

La Escuela para The Work es una experiencia intensa e inolvidable, desarrollada, de la mañana hasta la noche, mediante excursiones en grupo y ejercicios originales que provocan revelaciones acerca de cualquier aspecto de tu vida que no has terminado de aceptar totalmente. Personas que “han estado en todas partes y hecho todo lo posible” se queda asombradas ante la transformación que la Escuela hace posible. Cada ejercicio es dirigido personalmente por Katie y se ajusta a las necesidades de los participantes; no hay dos Escuelas iguales. Y después de nueve días con Katie, tú tampoco serás el mismo.

Intensivos de fin de semana
Los Intensivos de Fin de Semana son una oportunidad de experimentar el poder de La Escuela en un programa de fin de semana. Katie dirige a los participantes a través de varios de sus ejercicios más fuertes, y da a las personas una oportunidad para hacer The Work consigo mismo y con otros.
Para finalizar se imparten formas de comunicación clara, tales como cómo decir que no de una manera amorosa sin perder tu integridad, y se abre a un periodo de preguntas y respuestas. No te dejes engañar por la brevedad: los intensivos han sido tildados de “rompe-bloqueos”, “reveladores”, y “el fin de semana más importante de mi vida.”

Tienda de The Work

Una manera popular y gozosa de profundizar en la comprensión de The Work es escuchar mientras Katie facilita a otros. Su fluidez, su equilibrio entre firmeza y compasión, y su especial sentido del humor convierten The Work en diversión y realizaciones poderosas. La Tienda de The Work ofrece cintas de audio y vídeo de Katie durante su trabajo con participantes en eventos sobre temas como sexo, dinero, padres, relaciones, trabajo y muchos más.

The Work en Internet

¿Te gustaría conectarte con otros que están haciendo The Work? Hay múltiples grupos que se reúnen en línea para hablar de sus experiencias y realizaciones relacionadas con hacer The Work, así como también formas para llevar The Work a lugares tales como cárceles y agrupaciones dedicadas a la salud mental. Puedes enterarte de estos grupos visitando “Net-work with Others”.


Las cuatro preguntas
Abajo aparecen las cuatro preguntas de nuevo. Algunas personas recortan esta tarjeta y la llevan consigo a todas horas.


The Work de Byron Katie

1. ¿Es verdad?
2. ¿Puedes saber que es verdad con absoluta certeza?
3. ¿Cómo reaccionas cuando piensas este pensamiento?
4. ¿Quién serías tú, en la misma situación, sin este pensamiento?

Dale la vuelta al pensamiento original.
2002 Byron Katie Inc.


Gentileza, Victoria Malvar Ferreras


Tema 5


21 Maneras de Mantenerse en la Paz, de Byron Katie
Compilado por Mary Lynn Hendrix


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Introducción

Las siguientes son unas sencillas, aunque poderosas prácticas que pueden ofrecerte nuevas maneras de ver tus circunstancias de vida y, al hacerlo, crean nuevas posibilidades para la autorrealización.

1. Inversión de los juicios
Practica el fijarte cuando juzgas o criticas a alguien o a algo. Por ejemplo, en la fila del supermercado puede que te sientas impaciente y pienses que la persona frente a ti es desorganizada o grosera. Rápidamente, invierte tu juicio y pregúntate: “¿Es esto verdad para conmigo también? ¿Soy grosera? ¿Soy grosera a veces, con otros o conmigo misma? ¿Estoy siendo grosera en mi interior al pensar que ellos lo son?”

Este ejercicio retira tu atención de “el otro” y la coloca en ti. El perdón surge naturalmente. El adjudicarle la culpa o el juicio a otro te vuelve impotente para cambiar tu experiencia; el asumir responsabilidad por tus creencias y juicios te da el poder de cambiarlos.

Recuerda, más allá de la apariencia de quienquiera que sea el que estés mirando, se encuentra siempre Dios disfrazado, parado frente a ti para que puedas conocerte. El invertir los conceptos permite el completo perdón. El perdón conduce a la conciencia de uno mismo y reestablece la integridad personal.

2. Las tres clases de asuntos
Observa, cuando te sientes herido, que estás mentalmente fuera de tu propio asunto. Si no estás seguro, detente y pregúntate: “Mentalmente, ¿En el asunto de quién estoy?” Sólo existen tres clases de asuntos en el universo: los míos, los tuyos y los de Dios. ¿De quién es asunto si ocurre un terremoto? De Dios. ¿De quién es asunto si el césped de tu vecino está horrible? Es asunto de tu vecino. ¿De quién es asunto si estás enfadado con tu vecino porque su césped está horrible? Es asunto tuyo. La vida es simple, es interna.

Cuenta, en intervalos de cinco minutos, cuántas veces estás, mentalmente, en un asunto ajeno. Nota cuando das un consejo que no se te ha pedido u ofreces tu opinión sobre algo (en voz alta o en silencio). Pregúntate: “¿Estoy en el asunto de otro? ¿Me pidieron ese consejo?” Y, aún más importante, “¿Puedo tomar este consejo que estoy dando y aplicarlo a mi propia vida?”

3. Estar en el asunto de nadie
Luego de trabajar con la práctica de estar fuera de los asuntos ajenos, trata de estar, incluso, fuera de tu propio asunto. Toma con ligereza cualquier cosa que pienses que sabes sobre ti mismo. “Estoy contenida dentro de este cuerpo físico. ¿Es verdad esto? ¿Puedo saber, absolutamente, que es verdad? ¿Qué gano con aferrarme a este pensamiento?” Existe una creencia generalizada de que somos nuestros cuerpos, y de que moriremos. “¿Quién sería yo sin ese pensamiento?”

4. “Desentenderte” de tu cuerpo / tu historia

Al hablar sobre ti, trata, por un período de tiempo, de hablar en tercera persona, en vez de referirte al “yo” o a “mí”. En lugar de decir, “Voy a almorzar”, di, “Ella va a almorzar”, (refiriéndote a ti), o “Esta va a almorzar”. Haz esto con un amigo por una hora, una tarde o un día entero. Elimina el uso de todo pronombre personal (yo, mí, nosotros). Refiérete a ti y al otro en tercera persona. Por ejemplo, “¿Cómo está ése hoy? ¿Quiere ir al parque?” Experimenta las historias, las preferencias y el cuerpo que crees que eres de manera impersonal.

5. Hablar en tiempo presente
Hazte consciente de cuán a menudo tu conversación se enfoca en el pasado o en el futuro. Date cuenta de los verbos que usas: era, hizo, harán, etc. Hablar del pasado es redespertarlo y recrearlo enteramente en el presente, aún si sólo en nuestras mentes, y perdemos lo que está presente para nosotros ahora. Hablar del futuro es crear y vivir una fantasía. Si quieres sentir miedo, piensa en el futuro. Si quieres sentir vergüenza y culpa, piensa en el pasado.

6. Lavar los platos
“Lavar los platos” es la práctica de aprender a amar la acción que está, en este momento, frente a ti. Tu voz interior o intuición te guía, durante todo el día, para hacer cosas sencillas, como lavar los platos, conducir al trabajo o barrer el suelo. Permite la santidad de la simplicidad. Escuchar tu voz interior y luego actuar conforme sus sugerencias, con entera confianza, crean una vida más agraciada, libre de esfuerzo y milagrosa.

7. Escuchar la voz de tu cuerpo

El cuerpo es la voz de tu mente, y te habla por medio de movimientos que se manifiestan en contracciones musculares tales como tirones repentinos, punzadas, cosquilleo y tensión, para mencionar algunos. Hazte consciente de cuán a menudo te alejas de la paz o la calma.
Practica la quietud y permite que tu cuerpo te hable de dónde tu mente se contrae, sin importar lo sutil que pueda ser la contracción. Cuando notes alguna sensación, investiga internamente, “¿Qué situación o pensamiento estrecho está provocando esta sensación física? ¿Estoy fuera de alineamiento con mi integridad en esta circunstancia? Si es así, ¿Dónde? ¿Estoy dispuesto a soltar esta creencia o pensamiento que le causa a mi cuerpo esta contracción?” Escucha y permite que las respuestas te guíen, y regresa a la paz y a la claridad interna.

8. Realizar un reportaje de uno mismo


Este ejercicio puede ayudar a sanar el miedo y el terror. Practica reportarte eventos como si la circunstancia en que te encuentras fuera, en realidad, un reportaje noticioso y tú fueras el periodista. Describe exactamente lo que te rodea y lo que acontece en la “escena” en ese preciso momento. El miedo es siempre el resultado de proyectar una re-creación del pasado al presente, o al futuro. Si te encuentras temeroso, encuentra cuál es la creencia de fondo e investiga: “¿Es verdad que tengo necesidad de sentir miedo en esta situación? ¿Qué es lo que realmente está ocurriendo, físicamente, ahora mismo? ¿Dónde está mi cuerpo (manos, brazos, pies, piernas, cabeza)? ¿Qué observo (árboles, paredes, ventanas, cielo)?”

Despersonalizar nuestras historias nos da una oportunidad para mirar las circunstancias de manera más objetiva y elegir nuestras respuestas a lo que nos brinda la vida. Vivir en nuestras mentes, creyendo nuestros pensamientos falsos, es un buen modo de asustarnos de muerte, cosa que puede manifestarse en forma de envejecimiento, cáncer, degeneración, alta presión sanguínea, etc.

9. Escuchar literalmente
Practica escuchar a otros en el sentido más literal, creyendo exactamente lo que dicen, y haciendo el máximo por resistir caer en tus propias interpretaciones acerca de la información que comparten contigo.

Por ejemplo, alguien elogia tu hermosura y tú lo interpretas como una implicación de que esa persona tiene motivos ulteriores. Nuestras interpretaciones de lo que escuchamos decir a la gente son, a menudo, más dolorosas o atemorizantes de lo que la gente dice en realidad.


Podemos herirnos a nosotros mismos con nuestras interpretaciones erróneas y nuestro pensar por los demás. Intenta confiar en que lo que otros dicen es exactamente lo que quieren decir, ni más ni menos. Escucha a la gente. Atrápate cuando quieras completar una aseveración por alguien, ya sea en voz alta o en tu mente. Escucha. Puede ser sorprendente escuchar lo que surge cuando permitimos a otros completar sus pensamientos sin interrupción. Cuando estamos ocupados pensando que sabemos lo que ellos están a punto de decir, nos estamos perdiendo lo que, en realidad, están diciendo.

Puede que quieras considerar estas preguntas: “¿Qué puede ser amenazado si escucho y oigo literalmente? ¿Interrumpo porque, realmente, no quiero saber lo que ellos tienen que decir? ¿Interrumpo para convencerlos de que yo sé más que ellos? ¿Estoy intentando presentar una imagen de auto-confianza y control? ¿Quién sería yo sin la necesidad de poseer estas cualidades? ¿Hay tras esto el temor a parecer tonto? ¿Me abandonarían las personas si yo las escuchara literalmente y no me involucrara más en juegos de manipulación?

10. Hablar honesta y literalmente
Habla literalmente. Di lo que tienes intención de decir sin justificarte, sin el deseo de manipular, y sin importarte cómo pueden otros interpretar tus palabras. Practica el no ser cuidadoso. Experimenta la libertad que esto brinda.

11. Observa el drama
Imagínate en un balcón de teatro, mirando tu drama favorito acerca de ti mismo y lo que te incomoda. Observa la historia abajo, en el escenario. Date cuenta de que has visto esta representación cientos, tal vez miles de veces. Observa el drama hasta que encuentres que te estás aburriendo. Los actores están teniendo que exagerar sus partes para mantener tu atención. Nota cuando admites tu aburrimiento, te levantas del asiento, abandonas el balcón y sales del teatro al exterior. Sabes que siempre puedes regresar. ¿Quién serías tú sin tu historia?

12. Ver una segunda versión del drama
Escribe tu historia desde los ojos y la mente de otro. Escribe tantas versiones y desenlaces diferentes como desees. Date cuenta de lo que notas.

13. Ejercitar la polaridad
Si te observas inmerso en un pensamiento negativo, practica ir al extremo opuesto o polaridad positiva. Cuando te atrapes regresando a la negatividad, elige de nuevo regresar a la polaridad positiva y sé presente con tu elección consciente; siente la verdad de ésta. Sólo existe el amor, y lo que no parece ser amor, es un clamor de amor, disfrazado. Es tu derecho de nacimiento vivir en la polaridad positiva del amor y la verdad.

14. El proceso de amarse a uno mismo

Haz una lista de todo lo que amas sobre alguien y compártelo con esa persona. Luego, aplica a ti mismo todo lo que hay en la lista. Puede que reconozcas que aquello que amas en otro es también verdad con respecto a ti. Permite entonces que la plenitud de esto sea expresada en tu vida.

15. Actuar con honestidad

Practica moverte y responder honestamente. Ríe, llora, grita y habla como sea auténtico para ti a cada momento. Sé un niño otra vez; actúa en completa integridad con tus sentimientos. No dejes que las creencias comprometan tu integridad. Por ejemplo, intenta abandonar un salón con honestidad, sin manipular a los que allí permanecen con una excusa cortés. Vive tu verdad sin dar explicaciones.

16. Pedir lo que quieres / darte lo que quieres
Pide lo que quieres, aún cuando pueda parecerte atrevido o bochornoso. La gente no sabe lo que quieres hasta que se lo pides. El acto de pedir es una validación de la conciencia de que mereces tener lo que deseas. Si otros no pueden o no quieren acomodarse a tus reclamos, dátelo tú mismo.

17. Conciencia de ti mismo

Reconoce que el que está frente a ti eres tú. Más allá de todas las apariencias y personalidades está la esencia de la bondad, que eres tú. Recordar tu presencia en todas las formas te trae inmediatamente al momento presente, maravillado de la plenitud que existe ahí. La persona ante ti será una oportunidad para conocerte a ti mismo. El corazón se desborda en amor y gratitud, mientras dice con humildad: “Claro, esta persona o situación está aquí, frente a mí, para que pueda aprender quién soy”.

18. Gratitud a uno mismo
Sólo por veinticuatro horas, deja de mirar fuera de ti para obtener validación. Del otro lado de esto, te conviertes en la experiencia de la gratitud.

19. El espejo de la vanidad
Si quieres ver quien no eres, mírate al espejo. Usa el espejo solamente una vez al día. ¿Quién serías sin tu espejo?

20. Más allá de la justificación

Comienza a notar cuán a menudo te explicas o te justificas a ti mismo, tus palabras, acciones, decisiones, etc. ¿A quién estás tratando de convencer? ¿Cuál es la historia que estás tratando de perpetuar? Hazte consciente del uso de la palabra “porque” o “pero” cuando hablas. Detén la oración inmediatamente. Empieza de nuevo. La justificación es un intento de manipular a otra persona; elige aquietarte y saber.

21. El regalo de la crítica
La crítica es una increíble oportunidad para crecer. He aquí algunos pasos sobre cómo recibir la crítica y beneficiarte de ella. Cuando alguien te dice que estás “equivocado”, eres “terrible”, “torpe”, etc., dile a la persona, ya sea en tu mente o en voz alta: “Gracias”. Este pensamiento te coloca inmediatamente en un espacio en el cual puedes estar dispuesto a escuchar y a usar la información de manera beneficiosa para ti.

Luego de la crítica, pregúntate: “¿Me siento herido?” Si la respuesta es “sí”, entiende que, en algún lugar dentro de ti, tú también crees la crítica que te hicieron. Saber esto te da la oportunidad de sanar esa parte de ti que te parece inaceptable.

Si quieres cesar de ser vulnerable a la crítica, sánate de ésta. Aquí reside el poder definitivo para soltar cada concepto. Ser invulnerable significa que ya no puedes ser manipulado, porque no hay lugar en ti donde pueda alojarse la crítica. Esto es libertad.

©2002 Byron Katie, Inc. All rights reserved.


Gentileza, Victoria Malvar Ferreras


Tema 6

Tres tipos de asuntos
En el universo sólo existen tres tipos de asuntos:

El mío, el tuyo y el de Dios
La realidad, “Lo que Es”, es Dios porque sucede.

¿Es asunto de quién de no pintar tu casa envejecida?
Tu asunto

¿Es asunto de quién si tu casa envejecida me molesta?
Mi asunto

¿Es asunto de quién de que el sol brilla y envejece tu casa?
Asunto de Dios

Si yo pienso que sé lo que tú piensas o que es mejor para ti, entonces mis pensamientos están en tus asuntos. El resultado es alejamiento y soledad. Si tú vives tu vida allá, y yo también vivo tu vida (pensando) allá, entonces tú estás allá contigo mismo, yo estoy allá contigo, y aquí no hay nadie para mí.

Por supuesto me sentiré solo y separado. Me aíslo a mi mismo. Nadie más está causando mi soledad. Lo hago yo.

Date cuenta cuando te encuentras solo o alejado. ¿Acaso no estás mentalmente en tu propio asunto? Cuando no estás seguro, párate y pregúntate: “¿En el asunto de quién estoy?”

Nota cuándo espontáneamente te das consejos a ti mismo, en voz alta o en silencio. ¿En el asunto de quién estás cuando te das consejos?

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Gentileza, Victoria Malvar Ferreras (España)

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